sábado, 31 de octubre de 2009

Porque sabemos que la única iglesia que ilumina es la que arde...

Escuchá el programa Nº 33 de Sin Closet



Hoy, en Sin Closet: la iglesia. Y en este caso, en este programa, la iglesia católica. Pero esto no redime a los otros credos y a las otras estructuras religiosas; nuestra decisión de dedicar este programa y detenernos especialmente en la iglesia católica se debe a que es la que se arroga el derecho de hablar en nuestro nombre, y en tu nombre también. Seas o no seas creyente, seas o no seas parte de su rebaño, también habla de vos, y se empeña sobre todo en controlar tu cuerpo, tu sexualidad. Se inmiscuye en nuestra vida cotidiana, se mete en nuestros cuerpos, en nuestras casas, en nuestras camas, en las escuelas, en los hospitales, en todas las relaciones que establecemos, en el día a día de todos los días…

Y esto no es de ahora: hace 2000 años que la iglesia trabaja para dirigir tu vida, las vidas de todos todas todxs. En la “Historia de la homosexualidad en la Argentina”, Osvaldo Bazán da cuenta de ello: Entre los siglos III y X la iglesia prohibió practicar sexo los días sábados, miércoles y viernes. Y durante los cuarenta días previos a la pascua. Y en navidad. Y durante pentecostés. Y en los días festivos. Y, claro, durante los días de “impureza femenina”. Finalmente, sólo se podía practicar sexo – siempre y cuando hablemos de sexo marital – durante 44 días al año.

El emperador Constantino, romano, proclamó al cristianismo como religión estatal del imperio, inagurando unas relaciones carnales que -como parecen ser muy obedientes de los mandamientos - han resultado indisolubles…

Tan indisolubles que gracias al artículo 2 de la Constución, siguen vigentes las leyes de la dictadura que les garantizan a obispos y prelados, privilegios escandalosos: pensiones, salarios – equivalentes al 80% del sueldo fijado para el cargo de juez-, pasajes dentro y fuera del país, sostenimiento para los estudiantes del seminario… Todos solventados con fondos públicos, es decir, con nuestro aporte.

Pero ante tanta obscenidad, hay muchas muchxs muchos que levantan su voz, que dicen NO EN MI NOMBRE para plantear la posibilidad de ser apóstatas, de decir pública y políticamente que no pertenecen a esa iglesia, a esa estructura que en tu nombre habla en contra y demoniza todo aquello que se atreva a desobedecer sus mandatos oscurantistas: las mujeres, el derecho a decidir, el aborto, las travestis, las sexualidades disidentes, la educación sexual, el uso del preservativo, los métodos anticonceptivos… En tu nombre defiende abusadores de niños y niñas, en tu nombre sostiene al padre Grassi y a tantos otros como él, en tu nombre paga las fianzas de esos abusadores, en tu nombre bendijo a la dictadura, en tu nombre acompañó los vuelos de la muerte, en tu nombre fue cómplice y calló, y sigue callando.

Conversamos con Claudia Laudano y Jorgelina Londero, que nos cuentan qué es y por qué decidieron sumarse a la apostasía colectiva.

Calendario laico de Cogam (Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid)

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